26/09/2024

Revolución en el tratamiento de la diabetes: una mujer deja de depender de la insulina tras trasplante de células madre

Ensayo clínico en China: células madre logran que una mujer con diabetes tipo 1 produzca insulina nuevamente.

Un nuevo avance científico ha dado un gran paso en la lucha contra la diabetes tipo 1. En un ensayo clínico llevado a cabo en China, una joven de 25 años ha logrado volver a producir insulina gracias a un tratamiento experimental con células madre, lo que marca un hito importante en la búsqueda de una cura para esta enfermedad. El caso, que fue publicado en la prestigiosa revista Cell, es parte de un estudio en desarrollo con tres pacientes y representa un prometedor avance en el uso de células madre para tratar enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1.

El desafío de la diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1 es una enfermedad en la cual el sistema inmune ataca por error las células beta del páncreas, que son las encargadas de producir insulina. Como resultado, las personas que la padecen dejan de producir esta hormona vital, lo que las obliga a monitorear sus niveles de glucosa y administrar insulina de por vida para controlar la enfermedad. Hasta ahora, este tratamiento ha sido la única opción viable para los millones de personas que conviven con esta afección.

Sin embargo, los avances en medicina regenerativa han abierto una nueva ventana de esperanza: la posibilidad de reprogramar células madre para que el cuerpo vuelva a producir insulina de manera natural. Este enfoque busca no solo tratar los síntomas, sino atacar la causa subyacente de la enfermedad.

El ensayo experimental en China

El tratamiento pionero fue realizado por un equipo de científicos chinos liderados por Deng Hongkui, biólogo celular de la Universidad de Pekín, y Zhongyang Shen, del Laboratorio Key de Medicina de Trasplante de la Academia China de Ciencias Médicas. La paciente en cuestión, una mujer de 25 años que vive en Tianjin, dejó de necesitar inyecciones de insulina menos de tres meses después de recibir el trasplante de células madre reprogramadas, que fueron extraídas de su propio cuerpo.

Este ensayo es parte de un estudio más amplio que aún se encuentra en una fase preliminar, pero los resultados obtenidos hasta ahora son alentadores. Además de esta joven, otros dos pacientes también recibieron el tratamiento y, aunque sus resultados están en seguimiento, los investigadores han informado que los avances son igualmente positivos. Se espera que el ensayo se amplíe en el futuro a 10 o 20 participantes más, lo que permitirá evaluar mejor la eficacia y seguridad del tratamiento.

Cómo funciona el tratamiento

El proceso utilizado por los científicos chinos se basa en la reprogramación de células madre pluripotentes inducidas (iPS). Estas células se obtienen revirtiendo células adultas a un estado similar al de las células madre embrionarias, lo que les permite convertirse en cualquier tipo de célula en el cuerpo. En este caso, el equipo de Deng modificó una técnica desarrollada hace casi dos décadas por el científico japonés Shinya Yamanaka, quien recibió el Premio Nobel por su descubrimiento.

En lugar de introducir proteínas para desencadenar la expresión génica, como lo hacía Yamanaka, el equipo de Deng expuso las células a pequeñas moléculas, lo que les dio un mayor control sobre el proceso de reprogramación. A partir de estas células pluripotentes, los investigadores generaron islotes pancreáticos en 3D, que luego trasplantaron en los músculos abdominales de la mujer.

Esta localización fue clave, ya que la mayoría de los trasplantes de islotes se hacen en el hígado, donde las células trasplantadas no pueden ser monitoreadas fácilmente. Al colocar los islotes en el abdomen, los científicos pudieron observar las células mediante resonancia magnética y, si fuera necesario, extraerlas sin mayor dificultad.

Un futuro prometedor, pero lleno de desafíos

A pesar del éxito en esta fase preliminar, los expertos insisten en que aún queda mucho por investigar antes de que este tratamiento pueda considerarse una cura definitiva para la diabetes tipo 1. En conversación con Infobae, Gabriela Rovira, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes, explicó que uno de los principales retos es evitar que el sistema inmune del paciente vuelva a atacar las células reprogramadas. En otras palabras, el mismo problema que causa la diabetes tipo 1 en primer lugar podría reaparecer si no se encuentra una manera de frenar la respuesta autoinmune del cuerpo.

“El mayor desafío es que las células reprogramadas sean aceptadas por el organismo y que no se genere nuevamente la reacción inmunitaria que provoca la reaparición de la diabetes tipo 1”, señaló Rovira, quien además subrayó la importancia de combinar este enfoque con otros tratamientos inmunomoduladores en el futuro.

Además, el endocrinólogo Jay Skyler, de la Universidad de Miami, también se mostró cauteloso sobre los resultados preliminares. Skyler, quien ha dedicado gran parte de su carrera a estudiar la diabetes tipo 1, afirmó que aunque los resultados son intrigantes, se necesitan más pruebas en una población más amplia para confirmar su efectividad y seguridad a largo plazo. También destacó la necesidad de seguir monitoreando a la mujer durante al menos cinco años antes de declarar que está "curada" de la diabetes.

Resultados alentadores en otros ensayos

El uso de células madre para tratar la diabetes tipo 1 no es una novedad. Desde la década de 1990, numerosos científicos han explorado esta vía, con avances significativos en los últimos años. Por ejemplo, en Estados Unidos, la empresa Vertex Pharmaceuticals ha estado desarrollando un tratamiento similar, en el que islotes pancreáticos derivados de células madre se trasplantan en el hígado de los pacientes. Los resultados preliminares de este ensayo también han mostrado que algunos pacientes han logrado reducir o incluso eliminar su dependencia de la insulina.

En Japón, el doctor Daisuke Yabe, de la Universidad de Kioto, se prepara para llevar a cabo un ensayo en el que células de islotes generadas a partir de células iPS de donantes serán trasplantadas en el abdomen de tres pacientes con diabetes tipo 1. Estos ensayos se realizan bajo estricta supervisión médica y los pacientes recibirán inmunosupresores para evitar el rechazo del trasplante.

¿Una nueva era para el tratamiento de la diabetes?

Si bien los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores, la comunidad científica aún se muestra cautelosa. No obstante, el éxito en casos como el de esta joven de 25 años abre la puerta a un futuro en el que las personas con diabetes tipo 1 no solo puedan reducir su dependencia de la insulina, sino que también puedan vivir sin las constantes preocupaciones relacionadas con los picos y caídas de glucosa en sangre.

Este ensayo clínico en China es un gran avance hacia una posible cura, pero el camino aún es largo. Lo que es indiscutible es que la medicina regenerativa continúa empujando los límites de lo posible, y cada paso en la dirección correcta acerca un poco más la esperanza de una vida sin diabetes para millones de personas en todo el mundo.

Redacción

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