01/11/2013

¿Recuerdan al inigualable humorista uruguayo Juan Verdaguer?

Nunca necesitó decir una grosería o mala palabra para hacer reír. Un verdadero señor del humor.

Juan Francisco Verdaguer conocido simplemente como Juan Verdaguer (Montevideo, 30 de julio de 1915– Buenos Aires, 14 de mayo de2001) fue un humorista uruguayo residente en Argentina que tuvo una destacada actuación en los escenarios de Latinoamérica, en especial deArgentina.

Nació en Montevideo en el seno de una familia circense. Su padre, Lindolfo Verdaguer, era equilibrista y Aída, su madre, acróbata. Llegó a Buenos Aires con su familia cuando tenía 6 meses de edad. Realizó sus estudios primarios en el colegio Juan Enrique Pestalozzi. Había estudiado violín, y también trabajó con su padre en el circo.

Juan Francisco debutó en 1932 en Cruz del Eje, Córdoba, en la pista del circo Continental, propiedad de la familia. A los 20 años viajó a Brasildonde trabajó con el circo de los hermanos de su madre realizando equilibrismo. A partir de la década del 40” participó en el casino Da Urca, en el varieté, y en Brasil, luego viajó a Chile, y tras una larga gira recaló en Estados Unidos realizando el mismo trabajo. En 1950 se radicó en México y en el famoso local “El patio” realizó el mismo número, después regresó a Buenos Aires y se dedicó al teatro de revistas, especialmente en elteatro Maipo.

Su número consistía en permanecer en el último travesaño de una escalera de hoja única de cinco metros de largo: "Para hacer esta prueba no debo comer. Y para poder comer debo hacer esta prueba". Completaba el acto tocando Czardas, de Vittorio Monti o La Cumparsita en su violín:"El violín me salvó de muchísimas situaciones porque al principio tenía que empeñarlo seguido. Tantas veces que el hijo del prestamista tocaba mejor que yo".

Pasó algún tiempo en Río de Janeiro, Brasil, donde adaptó su número a la elegancia propia de los lujosos casinos en los que actuaba.

Trabajó en Nueva Orleans, Estados Unidos en espectáculos de varieté. Fue allí cuando una noche, mientras tocaba Me vuelves loco en su violín, se le rompieron dos cuerdas, y tuvo que improvisar. Allí se hizo evidente su original veta humorística, caracterizada por la sutileza cerebral, el absurdo inesperado y el impecable manejo de palabras, tiempos y silencios: "De mis padres, a través de incontables itinerarios trashumantes, aprendí que lo que llega al íntimo espíritu del público tiene un eco más perdurable y efectivo que lo epidérmicamente festivo". Realizó exitosas presentaciones en Estados Unidos, México, Perú, Panamá, Chile, Uruguay, Brasil y Australia, Fue en el México de los años 50 donde tuvo su primera gran experiencia teatral como protagonista de Blum, que en Buenos Aires había hecho Enrique Santos Discépolo. "No quise copiar las indicaciones que sobre él quisieron darme.

Lo hice como lo sentía y afortunadamente resultó un éxito". Fue la obra de mayor duración en un escenario azteca; una placa de bronce en el hall del teatro rememora el notable éxito. En 1951 fue contratado por Carlos A. Petit para participar en un espectáculo revisteril del teatro Comedia. Actuó en los teatros El Nacional, Tabarís, Sans Souci y de la Comedia, entre otros.

Seguidamente recibió una invitación del director cinematográfico Mario Soffici para ser el protagonista masculino de la película dramática Rosaura a las diez, que tuvo excelente repercusión económica y artística.

Poco después conoció a Goar Mestre quien lo contrató para trabajar en la televisión argentina, en donde debutó en 1961 con su espectáculo Este loco, loco hotel, en el entonces nuevo Canal 13 de Buenos Aires. Comenzaba su programa con un "señor, señora, no tiene que sintonizar su televisor.... mi cara es así"... Durante más de dos décadas actuó en televisión en programas como “Risas y sonrisas”, junto a Nelly Beltrán, o "Sábados Circulares". Allí, Nicolás Mancera solía presentarlo como "El señor del humorismo". En los 80, en los primeros años de la TV color argentina, reflotó su loco Hotel en ATC.

En 1981 recibió un diploma al mérito de la Fundación Kónex.

Fuente: WP

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