21/04/2025

No es documental ni profecía, pero después de que murió el papa Francisco, esta película no para de verse

Tras la noticia de que murió el papa Francisco, la película Cónclave volvió a ser tendencia por su retrato del poder dentro del Vaticano. De qué se trata y por qué fue nominada al Oscar.

Murió el papa Francisco y esta película de ficción anticipó el debate que ahora vive la Iglesia

Desde que se supo que murió el papa Francisco, un título en particular comenzó a multiplicarse en redes sociales y plataformas de streaming. Se trata de Cónclave, la película que se había estrenado cuando el pontífice argentino ya atravesaba un delicado estado de salud y que, hoy, cobró una nueva dimensión. Aunque es una obra de ficción, muchos espectadores la consideran una forma simbólica de anticipar los dilemas que afronta el Vaticano con la apertura del proceso de sucesión papal.

La cinta, dirigida por Edward Berger y basada en la novela homónima de Robert Harris, recibió ocho nominaciones al Oscar y ganó la estatuilla a Mejor Guion Adaptado. Desde su lanzamiento, destacó por su capacidad de dramatizar los complejos mecanismos internos de la Iglesia Católica, centrados en un ritual milenario: la elección del nuevo papa.

Cónclave: Entre la realidad y la ficción: lo que revela el film

Cónclave toma como punto de partida la muerte de un Sumo Pontífice carismático y progresista, una figura con múltiples paralelismos con Francisco. En ese contexto, se convoca al cónclave, la reunión a puertas cerradas del Colegio Cardenalicio, para designar a su sucesor. A partir de allí, la historia explora no sólo los procedimientos litúrgicos, sino también los juegos de poder y las tensiones ideológicas que conviven al interior del Vaticano.

La narración gira en torno a Thomas Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, el cardenal decano responsable de guiar el proceso de votación. El personaje se enfrenta no solo a la presión institucional, sino también a sus propias dudas existenciales, en un momento donde su fe tambalea. Esta perspectiva íntima permite que el espectador ingrese a un espacio habitualmente reservado a la opacidad del poder eclesiástico.

Una Iglesia dividida: progresistas, conservadores y una elección incierta

El guion de Peter Straughan plantea un tablero simbólico, donde cada cardenal “papable” representa una corriente interna de la Iglesia. Aldo Bellini (Stanley Tucci) encarna el ala reformista, interesada en continuar el legado aperturista del papa fallecido. En la vereda opuesta, Goffredo Tedesco, un purpurado italiano de postura ultra conservadora, propone endurecer la doctrina en un mundo que percibe como inmerso en una “guerra santa”.

También aparecen otros postulantes que responden más a intereses geopolíticos que espirituales, una crítica implícita a la forma en que las agendas nacionales influyen en una institución supuestamente universal. Pero la sorpresa del film llega con la aparición de Vincent Benítez (Carlos Diehz), un cardenal nombrado en secreto por el papa anterior, con una historia de compromiso con los sectores más vulnerables. Su presencia altera todas las proyecciones y plantea una pregunta incómoda: ¿quién decide realmente el destino del Vaticano?

Una ficción con resonancia en la actualidad

La película se convirtió en tendencia global no solo por la coincidencia temporal con el fallecimiento de Francisco, sino porque su argumento abre el debate sobre los grandes desafíos que enfrenta hoy la Iglesia Católica. Entre ellos, se destacan el conflicto entre renovación y tradición, el impacto de la crisis migratoria en el discurso eclesial, y la tensión entre las bases populares y las élites del clero.

La película Cónclave se volvió viral por una razón que no esperaban ni sus creadores

Más allá de los rituales solemnes, Cónclave muestra con crudeza los cálculos políticos y las pujas internas que muchas veces guían la elección del Obispo de Roma. El film no cae en la caricatura, pero tampoco idealiza. Al contrario, presenta un retrato humano, lleno de contradicciones y dilemas morales, que invita a reflexionar sobre el verdadero espíritu que debería guiar a quienes tienen el poder de decidir el rumbo espiritual de millones de personas.

Un estreno marcado por la incertidumbre papal

Cónclave se estrenó cuando el estado de salud del papa argentino ya era motivo de preocupación. Por eso, no extraña que hoy, tras la confirmación oficial de que murió el papa Francisco, muchos vean en esta película una oportunidad de comprender —aunque sea a través de la ficción— el peso simbólico y político que implica elegir un nuevo pontífice.

A medida que el mundo observa con atención lo que ocurre dentro de las paredes del Vaticano, la película actúa como una guía dramatizada para entender los gestos, silencios y estrategias que podrían marcar el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia. Un capítulo que, al igual que en la pantalla, está cargado de incertidumbre, tensiones internas y una pregunta clave: ¿continuidad o ruptura?

Redacción

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