19/04/2025
Ni el Vaticano ni los teólogos lo vieron venir: la evidencia científica que demuestra la relación entre 2 milagros de Jesús
Un estudio revela evidencia científica que demuestra la relación entre 2 milagros de Jesús, poniendo en duda relatos sagrados del cristianismo.
Una investigación reciente en el mar de Galilea reveló la existencia de evidencia científica que demuestra la relación entre 2 milagros de Jesús, aportando una explicación natural a fenómenos considerados sagrados por siglos. Estos resultados, obtenidos por un grupo de científicos israelíes, cuestionan la versión tradicional de los hechos narrados en el Nuevo Testamento y podrían transformar parte del imaginario religioso cristiano.
Los pasajes en cuestión, que han sido reproducidos en sermones, procesiones, películas y libros, son la conocida “pesca milagrosa” y la “multiplicación de los panes y los peces”. Hasta ahora, estos sucesos se interpretaban como manifestaciones directas del poder divino. Sin embargo, los datos recabados recientemente sugieren que detrás de estos episodios podrían haber operado fenómenos naturales documentables y repetibles.
Milagros de Jesus: una investigación con resultados inesperados
El estudio se desarrolló en el lago Kinneret, también conocido como el mar de Galilea, en el norte de Israel. Esta zona es clave tanto desde el punto de vista histórico como religioso. Según los Evangelios, Jesús llevó a cabo allí varios de sus milagros más icónicos, entre ellos, caminar sobre las aguas y alimentar a una multitud con apenas unos panes y unos pocos peces.
Un equipo de científicos del Laboratorio Limnológico de Kinneret llevó adelante una serie de estudios hidrológicos y ecológicos que permitieron registrar un fenómeno físico natural relacionado con los niveles de oxígeno en el agua. Dicho fenómeno, conocido como hipoxia, consiste en la reducción de oxígeno disuelto en determinadas zonas del lago, algo que puede provocar una serie de efectos visibles y biológicos.
Según explicó la doctora Tamar Zohary, una de las investigadoras principales del equipo, la hipoxia es capaz de alterar el comportamiento de los peces y concentrarlos en puntos específicos de la superficie. “Esto genera lo que visualmente podría parecer una pesca masiva o milagrosa”, afirmó en declaraciones recogidas por el medio israelí Times of Israel.
El rol de los vientos del oeste y el oxígeno en el agua
Uno de los elementos que explican este fenómeno es el papel de los vientos. En determinadas estaciones del año, los vientos del oeste que cruzan la región generan corrientes submarinas que movilizan aguas frías y pobres en oxígeno hacia la superficie. Este cambio súbito puede obligar a los peces a moverse en masa hacia zonas donde el oxígeno aún es suficiente para su supervivencia.
El resultado: enormes bancos de peces que emergen casi simultáneamente, justo en la superficie. Desde una perspectiva visual, este hecho podría haber sido interpretado como una pesca milagrosa en tiempos en los que los conocimientos científicos sobre ecosistemas acuáticos eran inexistentes.
Además, este comportamiento piscícola puede facilitar una pesca exitosa en muy poco tiempo, ya que los peces están concentrados en un solo lugar, desorientados y vulnerables. Esto aporta una hipótesis científica a lo narrado en el Evangelio según San Lucas, cuando Jesús le dice a Simón Pedro: “Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”, logrando así una captura extraordinaria.
Milagros de Jesus: La conexión entre la pesca y la multiplicación
Pero el fenómeno no termina allí. Los investigadores sostienen que este comportamiento de los peces podría estar directamente vinculado con otro de los milagros atribuidos a Jesús: la multiplicación de los panes y los peces. Según el Evangelio de Mateo, Jesús alimentó a cinco mil personas con apenas cinco panes y dos peces.
La explicación científica que propone el equipo es que, tras una pesca inusualmente abundante provocada por una hipoxia repentina, podría haberse almacenado una cantidad extraordinaria de peces. Esta disponibilidad inesperada de recursos permitiría alimentar a un número significativo de personas, generando así la percepción de un acto sobrenatural.
Aunque esta teoría no desacredita directamente el acto religioso, sí aporta una mirada alternativa que conecta ambos eventos bajo un mismo patrón ambiental. Y esto, según los expertos, representa una evidencia científica que demuestra la relación entre 2 milagros de Jesús.
Eventos similares en tiempos recientes
La doctora Zohary reforzó su hipótesis con datos históricos. Aseguró que este tipo de fenómeno ya ha sido documentado en la zona en varias ocasiones durante las últimas décadas. Concretamente, se registraron muertes masivas de peces —atribuidas a hipoxia— en los años 2007, 2012 y 2023.
En cada uno de estos casos, los investigadores observaron cambios súbitos en la composición del agua, una alteración en las corrientes internas y una drástica reducción del oxígeno en ciertas capas. “Estos eventos están bien documentados y permiten trazar paralelismos con lo que pudo haber sucedido hace dos mil años”, explicó Zohary.
Además, el fenómeno no se limita al mar de Galilea. Se ha observado en lagos de todo el mundo con características similares: temperatura estratificada, variaciones estacionales marcadas y corrientes internas influenciadas por el viento.
La reacción de la comunidad religiosa
A pesar de la contundencia de estos hallazgos, las reacciones no se hicieron esperar desde los sectores más conservadores del cristianismo. Para muchos fieles, los milagros descritos en la Biblia son actos de fe que no requieren verificación científica. Algunos teólogos han salido a afirmar que estos estudios no cambian el valor simbólico ni espiritual de los relatos.
“La fe no se basa en explicaciones físicas, sino en la interpretación espiritual de los hechos”, comentó un portavoz de una diócesis de Jerusalén consultado por medios locales.
Otros sectores, sin embargo, celebraron el avance del conocimiento científico y consideran que estos descubrimientos pueden coexistir con la fe. “Comprender cómo pudo haber sucedido algo no necesariamente le quita el carácter sagrado. Al contrario, puede enriquecer la manera en que vivimos nuestra espiritualidad”, sostuvo un académico vinculado a la Universidad Hebrea de Jerusalén.
¿Puede la ciencia explicar todos los milagros?
Este nuevo estudio abre la puerta a una discusión más amplia sobre la relación entre ciencia y religión. ¿Es posible que muchos de los eventos considerados milagrosos en textos sagrados tengan raíces naturales? ¿Hasta qué punto puede la ciencia explicar lo que ha sido interpretado como divino?
Para los investigadores, el objetivo no es cuestionar la fe, sino ofrecer interpretaciones alternativas basadas en evidencia. Y en este caso concreto, los resultados parecen bastante claros: la evidencia científica que demuestra la relación entre 2 milagros de Jesús es tangible, observable y, en cierta medida, repetible.
Por ahora, el hallazgo representa un punto de inflexión en la forma en que se entienden ciertos episodios históricos y religiosos. Y aunque no cambiará el dogma de una noche para la mañana, sí podría marcar el inicio de una nueva etapa en la conversación entre fe y ciencia.
Redacción
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