02/07/2019

Mascotas y Mudanzas: todo lo que hay que saber

Nuestras mascotas sufren el stress tanto como los humanos. Tips para lograr una transición armoniosa.

Las mudanzas son situaciones que generan mucho estrés, no sólo en los encargados de seleccionar, embalar y guardar todo, sino también en nuestras mascotas. En el caso de los gatos, al ser animales muy territoriales, son particularmente sensibles a los cambios en su entorno por lo cual, cualquier modificación en el lugar donde viven, se traduce en nerviosismo y miedo. Los perros, principalmente los más añosos o aquellos que tienen dificultad en la audición o en la visión, atraviesan estas situaciones con mucha ansiedad.

En este sentido, la médica veterinaria del Laboratorio Labyes, Belén Villar, explica: ¨en general, las mascotas suelen esconderse, están más irritables, dejan de comer o comen poco, cambian su comportamiento, se enferman y algunas tienen “instinto de fuga”, al sentir que invaden su casa o bien al llegar al nuevo lugar, simplemente por no sentirlo como propio¨. Sin embargo, la especialista remarca que existen ciertas prácticas para aminorar los efectos negativos de las mudanzas en nuestras mascotas:

Gatos: es importante destinar un espacio de la casa (la que vamos a dejar y la nueva) en donde puedan refugiarse mientras guardamos cosas, entramos y salimos y que, a la vez, cuente con todo lo que nuestro felino pueda necesitar. Tener un bunker seguro (a veces una simple caja de cartón, ¡les encantan!), con su bebedero, comedero, rascador y la bandeja sanitaria cerca, le permitirá sentirse a salvo en medio del caos.

De inmediato, debemos asegurar ventanas y balcones para prevenir que pueda saltar de ellos. Los días siguientes, es importante estimular su apetito con aquello que sabemos le gusta más, controlar que moje las piedritas sanitarias y estar atentos a cualquier cambio de comportamiento. Además, dejarlo explorar los diferentes ambientes de la casa y despertar -a través del juego- al “cazador” que todo felino lleva dentro, lo ayudará a convencerse de que es dueño y señor del nuevo territorio.

Perros: A consecuencia de la ansiedad, suelen buscar la forma de escapar. Por ello, es conveniente visitar juntos la nueva casa, días previos a la mudanza, a fin de que se vaya familiarizando y el arribo a la misma no resulte tan extraño. Durante la mudanza, respetar el lugar que “eligió” para echarse si está asustado y si lo vemos muy inquieto extremar los cuidados para prevenir que escape.

Una vez instalados, es fundamental respetar aquellas rutinas relacionadas a las comidas, los paseos y juegos. Con el correr de los días, tratar de acompañar a nuestro perro el mayor tiempo posible ya que eso, junto con las actividades que le permitan canalizar su ansiedad (caminatas, buscar la pelota, etc.), le ayudarán a sentir que su “manada”, es decir su familia humana, está finalmente segura.

Fuente: Laboratorio de Medicina Veterinaria

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