12/05/2022
Los hijos olvidados
El síndrome abandónico no deriva necesariamente de un abandono real, sea el caso del padre o la madre que se van de la casa, sino de la sensación de falta de amor y cuidado en los primeros años de vida.
El afecto recibido en los primeros años de vida, así como la estimulación cotidiana del medio ambiente, influye en el chico en crecimiento por partida doble. Por un lado, disminuye la vulnerabilidad física y psíquica; por otro, inciden en el desarrollo de una personalidad armónica.
Existen quienes resisten una situación de abandono
Sin embargo, no suele ser la regla general. El síndrome abandónico puede manifestarse tanto en la infancia como en la adultez, ya sea como un estado crónico de angustia y depresión, o a través de trastornos biológicos. Esta condición fue definida por los psiquiatras John Bowlby y Mary Ainsworth, quienes desarrollaron la llamada “Teoría del apego”, con base en una perspectiva psicoanalítica.
Sus investigaciones se centraron principalmente en la relación de los niños con sus madres. Con el tiempo, se ha hecho visible que esta condición también se presenta en la vida adulta, aunque siempre sobre la base de experiencias vividas en la infancia.
La importancia del amor en los primeros años
La estabilidad del medio familiar durante los primeros cinco años de vida favorece el desarrollo de actitudes básicas de confianza, que actúan posteriormente aumentando la resistencia ante situaciones traumáticas y la seguridad ante fracasos.
Ahora bien, cabe señalar que la angustia de abandono forma parte habitual de una etapa de nuestro desarrollo, entre los 8 y los 14 meses, los bebés, suelen experimentar este temor al sentirse separados de sus progenitores. Es una fase normal y que irá despareciendo a medida que el niño madure y adquiera mayor autonomía.
Los primeros reclamos de atención pueden manifestarse en la infancia a través de quejas corporales, berrinches, alucinaciones y problemas de conducta. Según los especialistas, actualmente la prevalencia de enfermedades depresivas en los más chicos es preocupante: oscila entre el 0,4 y 2,5 %.
En los adultos la angustia de abandono se presenta bajo dos formas: apego por ansiedad y apego al abandono
Los adultos con angustia de abandono viven también esos síntomas varias veces a lo largo de su vida. Generalmente cuando entablan una relación amorosa.
- Casi todos son reticentes a enamorarse.
- Algunos de ellos dan el paso y después desarrollan una fuerte dependencia de su pareja.Se vuelven controladores, necesitados de llamar la atención en todo momento y extremadamente sensibles a cualquier expresión de autonomía por parte de su cónyuge. Se aferran a quien “aman”, de una forma que suele asfixiar al otro.
- En otros casos optan por tener sexo casual solamente, o relaciones intrascendentes con varias personas a la vez. Hay desconfianza y se desprecia a los demás con el propósito de no «desarrollar vínculos íntimos».
Para concluir, solo cabe señalar que en caso de experimentar este tipo de realidades, los especialistas recomiendan solicitar ayuda profesional.
Redacción
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