22/06/2023

La mitad de las parejas se separan por mala comunicación

Aplicar la comunicación asertiva puede ser una valiosa herramienta para resolver discusiones de pareja.

Está claro que puede haber muchas razones por las cuales una pareja puede dejar de llevar una vida constructiva para tomar caminos separados. Y aún más, si analizamos cuáles eran las causas por las que seguían juntos o en qué contexto comenzó la relación, puntos importantes para determinar el final.

Pero todos sabemos que la comunicación en nuestra vida cumple un papel fundamental, no solo porque nos permite relacionarnos con los demás, sino porque, cuanto más asertiva es esa comunicación, más posibilidades tenemos de mantener relaciones fuertes y saludables.

Ahora, vamos a los datos científicos: la mitad de las parejas constituidas se separan por falta de comunicación asertiva.

Uno de los temas que resaltó en el II Seminario Internacional de Psicología de la Universidad Continental de Lima, Perú, fue el expuesto por el psicólogo Luis Pérez. Él habló sobre el resentimiento y la psicoterapia del perdón en los problemas de pareja, donde destacó que el divorcio es más frecuente que hace dos o tres décadas.

Pérez afirmó que, para evitar un divorcio, una relación debe basarse en la capacidad de comunicarse, y que a pesar de que actualmente disponemos de más medios para poder hacerlo, un 50% llega a divorciarse básicamente por no cumplir este requisito. Una cifra alarmante.

“Las peleas se dan en épocas importantes, donde no se sabe llegar a acuerdos porque se carece de una capacidad de resolución de problemas”, manifestó el experto. Agregó que los altos niveles de conflicto y temores pueden llevar a una sobre dependencia afectiva y generar problemas en la relación, llevando a la separación.

¿Qué es la comunicación asertiva?

La definición de asertividad de la Real Academia Española no nos da demasiadas pistas sobre el uso práctico del término. Sin embargo, podemos encontrar algunas señales buscando esa misma palabra y algunas relacionadas:

Asertivo. Que expresa su opinión de una manera firme.

La comunicación siempre es sinónimo de libertad, cuanto más nos comunicamos, más sensación de éxito tenemos en nuestra vida.

Comunicarse asertivamente implica la capacidad de expresarse de manera directa y clara, evitando ambigüedades o mensajes confusos. No dar por sentado ninguna situación, ninguna respuesta del otro sin que la esté dando, ni suponer nada, incluso cuando ya conocemos las mil maneras de respondernos del otro frente a las mismas circunstancias.

Las personas asertivas tienen la capacidad de decir sin vueltas, sinceramente, pero sin ofender ni ser agresivos. No hace falta.

La asertividad también implica la escucha activa. Esa es la parte más difícil de poner en práctica.

Como estamos hablando de emociones, es muy difícil no implicar a los sentimientos en las conversaciones, que muchas veces se vuelven peleas, querer hablar siempre, querer tener razón, acusar al otro de las cosas que nos hacen sentir mal, gritar las razones por las cuales estamos enojados, resentidos, tristes, etc.

Por eso, conocer cómo relacionarnos asertivamente nos permite ser conscientes de la importancia del respeto mutuo. Nos evitaría entonces malos momentos, peleas innecesarias, alejamientos del otro, situaciones que dañan para siempre nuestra pareja.

Además, seríamos capaces de aceptar los propios errores sin sentirnos inferiores, ni demasiado orgullosos para reconocerlos.

¿Cómo poner en práctica la comunicación asertiva?

Teóricamente parece algo fácil de implementar, pero en la práctica, nos enfrentamos a situaciones que pueden resultar bastante complejas. Aquí te detallamos algunas técnicas que pueden ser puestas en práctica a la hora de los conflictos

Técnica de la Escucha activa

Escuchar, Escuchar, Escuchar. Eso genera en el otro una sensación de ser valorado, comprendido, deja que diga todo lo que siente, que se desahogue, y aguanta, retiene tu ira, bronca o ganas de atacar mientras te acusa o grita, o habla mal de tí. Cuando termina, veras que ya no tiene más nada para decir, y entonces es tu momento para hablar, respira profundo y expone tu punto de vista con calma, y sin ofender, “…entiendo que estas enojado/a por todo esto, déjame ahora que te cuente mi visión de los mismos hechos… y te pido que me escuches como yo lo hice…”

Técnica de la pregunta asertiva

Consiste en responder a la otra persona haciendo preguntas, sin cuestionar ni desafiar directamente lo que se nos ha dicho. Nos permite comprender mejor la mirada del otro. Podríamos preguntar, por ejemplo: «Entiendo que estas criticando mi actitud frente a eso/lo otro, pero ¿podrías darme más detalles para que pueda entender mejor tus preocupaciones?»

Técnica del disco rayado

Consiste en insistir con el mismo mensaje una y otra vez hasta que la otra persona comprenda nuestra posición. Al utilizar el disco rayado, repetimos nuestro punto de vista de manera calmada y firme, sin caer en provocaciones ni desviarnos del tema. Por ejemplo, podríamos decir: «Sí, escuché, pero quiero que entiendas que…»

Técnica del aplazamiento

El aplazamiento asertivo implica hacerle saber a nuestra pareja que no es el momento adecuado para continuar la discusión. Esta técnica es útil cuando, a pesar de utilizar la comunicación asertiva, no logramos que la otra persona entienda nuestro punto de vista, cuando estamos muy enojados, o el otro lo está, cuando ya las palabras son mas fuertes y agresivas, se puede decir con calma, “podríamos seguir hablando de este tema en otro momento, cuando estemos más tranquilos y no nos lastimemos tanto…”

Técnica del YO en lugar de TI

En lugar de acusar o culpar a la otra persona, trata de expresar tus sentimientos y necesidades utilizando declaraciones con «yo». Por ejemplo, en lugar de decir «tú siempre llegas tarde y me haces esperar», podrías decir: «Me siento frustrado cuando llego puntualmente y tengo que esperar».

Técnica de “evitar pelear por tonterías…solo para tener razón”

Evita culpar a la otra persona por tus emociones y, en su lugar, comunica cómo te sientes y cómo pueden trabajar juntos para resolver el problema. Por ejemplo, en lugar de decir «me haces sentir triste», podrías decir: «Me siento triste en esta situación y me gustaría encontrar una forma de mejorarla».

Si bien existen muchas más, este es un resumen de pequeños cambios que podemos ir aplicando. Sería bueno también que le reenvíes esta nota a tu pareja para que ambos estén al tanto de las posibilidades de comunicarse, en vez de terminar siempre discutiendo por los mismos asuntos.

Como todo, para poder llevarlo a cabo hay que practicarlo, hacerlo nos permite tener herramientas para vivir mejor, más tranquilos, en paz con el otro, y tener también la posibilidad de no formar parte de esta terrible estadística.

Gentileza, María Belén Castellino, Especialista en Oratoria y Kinésica | IG: @belucastellino

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