13/08/2024
La memoria del futuro: cómo traer tu "yo del futuro" al presente
Visualización: La clave para tomar mejores decisiones y entrenar la mente. Cómo construir tu presente en base a tu vida futura.
Cuando hablamos de pensamiento, nos referimos a un proceso complejo que involucra imágenes visuales, auditivas y kinestésicas, así como sensaciones que experimentamos. Nuestro pensamiento se basa en estas representaciones mentales, especialmente cuando nos enfrentamos a la necesidad de tomar una decisión. El neurocientífico António Damásio denominó este fenómeno como "la memoria de futuro". Damásio sostenía que, al tomar decisiones, generamos imágenes mentales y por un breve momento, sentimos lo que experimentaríamos si estuviéramos en esa situación, tomando esa decisión en ese lugar específico. Esta emoción que surge en ese instante se graba en nuestra mente y juega un papel crucial en la toma de decisiones futuras.
El poder de la visualización
La visualización es una técnica poderosa y fascinante porque le indica a nuestro cerebro hacia dónde queremos dirigirnos. En esencia, estamos creando un escenario posible, diciéndole a nuestra mente: "Esto es posible de lograr, imagina que ya estás allí". Este proceso activa lo que se conoce como aprendizaje por error de predicción, una capacidad extraordinaria del cerebro que optimiza nuestras decisiones. Al utilizar la visualización, le decimos al cerebro: "Cerebro, quiero llegar a este objetivo, ponte a trabajar en ello de manera automática". De esta manera, aprovechamos los recursos automáticos del cerebro, que funcionan sin la necesidad de un esfuerzo consciente, permitiendo que nuestra mente trabaje hacia ese objetivo en segundo plano.
Un ejemplo claro de cómo funciona esta técnica es si le decimos a nuestro cerebro: "Quiero saltar al quinto piso". Aunque sabemos que físicamente no es posible alcanzar esa altura con un salto, el cerebro se pondrá a trabajar para intentar lograrlo. Aunque no lo consiga en términos físicos, sí estará haciendo un esfuerzo constante por acercarse a esa meta.
La visualización y el cerebro
Lo realmente fascinante de la visualización es que, cuando creamos estas imágenes mentales, el cerebro las procesa de la misma manera que procesa las imágenes sensoriales reales, como cuando vemos u oímos algo. Estudios realizados mediante resonancia magnética funcional (fMRI) han demostrado que, al visualizar, se oxigena una zona específica del cerebro: el sistema límbico, que es el centro de las emociones. Esto significa que, a través de la visualización, podemos entrenar nuestra mente para estar en un lugar o situación específica y asociar esa experiencia con una emoción particular, y lo más interesante es que esto puede ocurrir antes de que la experiencia real se materialice.
La posibilidad de generar y experimentar emociones asociadas a escenarios futuros nos permite prepararnos emocional y mentalmente para situaciones que aún no han ocurrido. Esto es especialmente útil en contextos donde la preparación mental y emocional es crucial, como en el deporte, los negocios o cualquier ámbito donde la toma de decisiones juegue un papel vital.
La memoria de futuro según António Damásio
António Damásio, conocido por sus contribuciones al entendimiento de la neurociencia de las emociones y la toma de decisiones, introduce la idea de la "memoria de futuro". Esta teoría sugiere que, antes de tomar una decisión, nuestro cerebro crea simulaciones mentales de posibles futuros, evaluando cómo nos sentiríamos en cada uno de ellos. Estas simulaciones no son meros pensamientos abstractos, sino que están acompañadas de respuestas emocionales reales que guían nuestra elección final.
Damásio argumenta que estas imágenes mentales y las emociones asociadas son fundamentales para la toma de decisiones. Sin esta "memoria de futuro", nuestras decisiones serían meramente racionales, carentes de la dimensión emocional que es crucial para elegir entre opciones que podrían tener consecuencias significativas para nuestra vida.
La visualización, en este sentido, se convierte en una herramienta esencial para moldear y orientar estas simulaciones mentales. Al practicar la visualización, no solo estamos creando un futuro posible en nuestra mente, sino que también estamos condicionando nuestra respuesta emocional a ese futuro, lo que puede influir en las decisiones que tomamos en el presente.
Visualización y aprendizaje por error de predicción
El aprendizaje por error de predicción es un concepto clave que explica cómo el cerebro se adapta y aprende de sus errores. Cuando visualizamos un objetivo, estamos estableciendo una expectativa en nuestra mente. Si no logramos alcanzar ese objetivo en la realidad, el cerebro registra la discrepancia entre lo que se esperaba y lo que realmente ocurrió. Esta discrepancia, o "error de predicción", es lo que impulsa al cerebro a ajustar su enfoque y estrategias para intentar alcanzar el objetivo en futuras ocasiones.
Este proceso de aprendizaje es automático y ocurre sin que tengamos que concentrarnos conscientemente en él. Por lo tanto, al visualizar un objetivo repetidamente, estamos entrenando a nuestro cerebro para que refine sus estrategias y aumente las probabilidades de éxito. Es como si estuviéramos dando a nuestro cerebro un mapa para seguir, con la instrucción de encontrar la mejor ruta posible hacia nuestro destino.
Aplicaciones prácticas de la visualización
La visualización es utilizada ampliamente en diversas áreas debido a su capacidad para mejorar el rendimiento y la toma de decisiones. En el deporte, por ejemplo, los atletas utilizan la visualización para imaginarse ejecutando movimientos precisos, lo que mejora su rendimiento real en la competición. De igual manera, en el ámbito empresarial, los líderes pueden visualizar estrategias y resultados antes de tomar decisiones importantes, lo que les permite evaluar diferentes escenarios y prepararse para posibles desafíos.
Además, la visualización es una técnica valiosa en la gestión del estrés y la ansiedad. Al visualizar un escenario estresante y practicar cómo enfrentarlo de manera calmada y efectiva, las personas pueden reducir la ansiedad asociada a situaciones difíciles y mejorar su capacidad para manejar el estrés en la vida real.
La neurociencia detrás de la visualización
La neurociencia ha demostrado que la visualización no es solo una herramienta psicológica, sino que tiene efectos reales en el cerebro. Al crear imágenes mentales, activamos áreas cerebrales que también se activan durante la percepción sensorial real. Esto significa que el cerebro no distingue completamente entre lo que es imaginado y lo que es real, lo que refuerza la idea de que la visualización puede ser tan poderosa como la experiencia real en la preparación y entrenamiento mental.
Además, la activación del sistema límbico durante la visualización indica que estamos involucrando nuestro sistema emocional en este proceso. Las emociones juegan un papel crucial en la memoria y el aprendizaje, por lo que al asociar una emoción positiva con una visualización, estamos fortaleciendo la conexión entre la imagen mental y la respuesta emocional, lo que puede mejorar nuestro rendimiento y nuestra capacidad para alcanzar nuestros objetivos.
Redacción
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