09/12/2018
La generación "blandita"
¿Los niños sobreprotegidos de hoy podrían convertirse en adultos débiles?
Algunos grupos de expertos creen positivo endurecer el carácter de los pequeños. Entre ellos se encuentra Berta de Vega, quien sugiere que los padres que le llevan la mochila a los niños hasta la puerta del colegio y les hacen los deberes, están formando niños "blanditos", y en consecuencia adultos débiles. Mientras que bajo la perspectiva de Eva Millet, autora de “Hiperpaternidad”, hay niños que cuando se caen no se levantan, porque esperan siempre la mano de quien los ayude a hacerlo.
Según Gregorio Luri, filósofo y autor del libro “Mejor Educados”, la educación o la formación del carácter es una tradición de algunos colegios británicos. Por otra parte, en España, se habla de “educación de valores”. El hecho es enfatizar en el carácter, lo cual ha trascendido debido a la toma de conciencia de que posiblemente se pudiera estar criando una “oleada de chicos blanditos”, debido a que, por ejemplo: los padres revisan extenuantemente los exámenes de sus hijos, abuchean a sus árbitros cuando a los pequeños les va -a su juicio- mal, en un partido de futbol, o el sólo hecho de desear que los miembros de su familia no pasen las dificultades que ellos atravesaron, sin conocer así esfuerzo alguno.
Por su parte, Alfonso Aguiló, autor de “Educar el Carácter”, hace aproximadamente 25 años, apunta a que: “Tener un buen carácter no significa estar todos cortados por el mismo patrón, pero estoy seguro que casi todos nos pondríamos de acuerdo en que ser honrado, trabajador, generoso, justo, leal, empático, valiente, austero, recio y organizado, son buenas cualidades. Igualmente, indica que las generaciones de niños blanditos, responden a “ciclos normales de una sociedad. Cuando una familia quiere que sus hijos no pasen las dificultades por las que sí pasaron ellos, la sociedad se vuelve más cómoda, blanda, menos esforzada. Pasa también con los países”.
Asimismo, Aguiló, refiere que: “He conocido a madres que limpian escaleras para que sus hijos lleven zapatillas de marca y a gente de dinero que también los mimaba mucho”.
Según la opinión de Joan Corbella, médico y psiquiatra, actualmente los padres “hacen de la paternidad un oficio”, y apunta al mismo tiempo a que se ha generado sobreprotección en los infantes. Resalta además que actualmente se está frente a una manera de sobreproteger a los niños, mientras otro lado de los padres opta por ignorar a sus hijos, e incluso desean que los infantes les generen el menor número de problemas posibles. Sin embargo, esto genera sobreprotección. Así pues, el especialista resalta que jamás los maestros habían hallado tantas excusas por parte de los padres cuando se trata de proteger a los pequeños. Por tanto, hay padres que viven la paternidad “como si se tratara de un estorbo”, pero existen otro tipo de padres que se preocupan y sobresaltan demasiado por cada detalle, y están siempre a la vanguardia de sus niños, y además sufren por ellos.
Igualmente, refiere el especialista, los progenitores no se convierten en padres propiamente, sino que hacen de su paternidad “un oficio”. Algo en lo que hace hincapié, es en que algunos niños, expresan que “mis padres no me quieren, pero siempre me critican”. Por tanto,enfatizan en que “no me quieren a mí, sino quieren lo que les gustaría que fuera”. Pero ¿de qué forma puede afectar la sobreprotección que se le da a un niño? el especialista subraya que los niños requieren de un ambiente cálido, cómodo y agradable, en el cual se sientan valorados y en consecuencia queridos. Pero cuando los padres lo único que hacen es criticar, y formar un modelo o un estándar de lo que ellos desean que sean sus hijos, todo eso se traduce en la inseguridad de su persona; lo cual es sinónimo de un exceso de responsabilidad, que les abruma y causa la necesitar de sobresalir en todo.
¿Qué ha ocurrido según el punto de vista de este experto, en la sociedad en los últimos años, para que la sobreprotección haga eco?
El fomento de la generación "blandita", la que crea adultos débiles. Una de las razones para que esto suceda es la falta de conciencia acerca de la paternidad, siendo uno de los problemas existentes y latentes. Por ejemplo: en Cataluña, plaza donde se hace el estudio; la tasa de natalidad, de no ser por los inmigrantes, sería muy baja. Pero no se trata de que las familias no quieran tener hijos. Es la resultante de que no cuentan con un espacio en su casa y se sienten agotados ambos miembros de la pareja al trabajar tanto. Mientras que en el caso específico de las mujeres, ellas desean ser las madres perfectas y paralelamente trabajadoras ideales.
En el caso de los hombres, éstos se exigen en generar demasiados ingresos económicos y el deber de subir grandes escalones de triunfo. Dicha obsesión hace que la familia no sea una prioridad. Por ende, el hecho de la vida familiar les resulta una especie de “castigo”.
Otra interrogante que surge sería ¿por qué hay una confrontación entre padres y maestros, es que acaso estos han tomado caminos distintos?
Según la visión de Corbella, todo gira en torno a la sobreprotección, inclusive en el entorno escolar, debido a que cuando los padres son llamados por el maestro para conversar, están de antemano asustados. Y esto, se debe a que los padres no desean que los hijos causen problemas. Para ellos, el maestro es esencialmente una figura que “denuncia” cuando el niño presenta un inconveniente, pero en la mayoría de los casos, se trata de que el docente busca en los padres un aliado para resolver esos problemas y no echar culpas.
Por ejemplo, cuando existe una pareja divorciada, se emplea a los niños para culparse de manera mutua, pero esto no soluciona nada, según el especialista, quien además estima que la culpa es de los padres. Pero, ¿de dónde surge la sobreprotección? Actualmente, es habitual que se crea que hay mucho miedo alrededor, pero todo parte de lo mismo. Un niño, para la sociedad moderna “quita espacios para los imprevistos y la vida programada”, pero ¿qué se cree en torno a los ambientes escolares? Es importante romper con los paradigmas y las rutinas; esto es positivo tanto para los niños como para los escolares. También, resulta esencial que los escolares conozcan a los maestros.
Es esencial resaltar que la naturaleza es un aula indispensable para el aprendizaje de los niños, pues deben estar aproximados a todo aquello que se conoce de forma natural. Ya que es desfavorable criarlos o que una criatura de 9 años crezca sin conoceer lo que es un pájaro o una flor. También es fundamental que los adultos desarrollen amor por la naturaleza y puedan transmitirle eso a los escolares.
¿Qué puede hacer un padre para no sobreproteger al hijo?
Cuando se es padre, es fundamental realizarse esta pregunta: ¿por qué estoy sobreprotegiéndolo, tengo miedo? Hay que tener muy claro desde el primer año de vida del pequeño, la manera en la cual se va a educar y también, tener presente que un niño sobreprotegido es un niño desprotegido desde el momento en que comienza su adolescencia, pues se le está restringiendo en muchas áreas y habilidades que necesita desarrollar para la vida joven y adulta.
En este sentido, son necesarias las habilidades como: la valentía, el atrevimiento y el autoconocimiento, además de la tolerancia a la frustración y la autoestima.
Pero, ¿cómo se puede evitar que un niño sea sobreprotegido? Para ello, según Corbella es importante:
- A la edad de 1 año, que el niño coma sólo aún y cuando ensucie toda la mesa. Hay que tener claro que es un entrenamiento para él.
- A los 3 años, es importante que se ate sólo los zapatos.
- A la edad de 5 años, ya es esencial que se vista sólo. No importa que se coloque las prendas al revés. Ante esto, muéstrate orgulloso como padre, aún cuando se equivoque. De esta manera, el infante mirará con orgullo su esfuerzo y resultados, a pesar de los errores que comete, y así desarrollará tolerancia.
- A la edad de 6 años, permítele que prepare su desayuno.
- Cuando tenga 10, permítele que haga la cena para toda la familia.
- A los 11 años, si es necesario, enséñale a que con respeto, saque y exprese frente al maestro alguna inconformidad o desacuerdo.
En conclusión, el deseo de querer que los hijos no pasen por los esfuerzos que como padre pasaste, lleva a la creación de niños sobreprotegidos, futuros miembros de la "generación blandita". Tomar conciencia de ello permite crecer en armonía y que los niños sean posteriormente adultos con carácter y habilidades sociales, empatía y valentía ante los retos propios de la vida.
Por Chaimar Mojica
Síguenos en Facebook
Síguenos en Twitter
Síguenos en Instagram