03/10/2024

La buseca de mondongo, el guiso perfecto para el invierno

Este guiso es una excelente fuente de proteínas, gracias al mondongo y las legumbres, lo que lo convierte en una opción nutritiva y deliciosa para disfrutar en cualquier momento.

La buseca de mondongo es un plato emblemático de la cocina argentina y del Cono Sur, que se ha ganado un lugar en los corazones de quienes disfrutan de sabores intensos y texturas reconfortantes. Este guiso contundente, basado en el mondongo (o estómago de vaca), tiene sus raíces en la tradición italiana, pero ha sido adaptado a lo largo del tiempo por la gastronomía local, convirtiéndose en una verdadera joya culinaria.

Este guiso no solo es delicioso, sino que es ideal para esos días fríos de invierno, donde un plato humeante y sustancioso es todo lo que se necesita para levantar el ánimo y calentar el cuerpo. La buseca de mondongo tiene todo lo necesario para ser un plato protagonista: ingredientes sencillos, un proceso de cocción lento que integra los sabores y una historia rica en tradición.

Orígenes europeos, corazón argentino

Aunque su origen proviene de la cocina italiana, la buseca de mondongo se ha integrado de tal manera en la cultura argentina que muchos la consideran un plato típico local. La historia de esta receta está vinculada con la llegada de inmigrantes europeos a Argentina a finales del siglo XIX y principios del XX. Estos inmigrantes trajeron consigo recetas de sus países de origen, y a medida que se establecieron en el país, adaptaron sus platos a los ingredientes locales y a las tradiciones culinarias que encontraron aquí.

Con el paso del tiempo, la buseca de mondongo se consolidó como una comida infaltable en las festividades invernales y reuniones familiares. Es un plato que, gracias a su versatilidad, admite distintas variaciones regionales en su preparación, aunque siempre manteniendo su esencia: un guiso espeso que combina el mondongo con legumbres, verduras y especias.

Los secretos de una buena buseca

Preparar una buena buseca de mondongo requiere tiempo y dedicación. Lo primero y más importante es asegurarse de que el mondongo esté bien limpio y cocido. Esto garantiza que el guiso tenga la textura adecuada, ya que el mondongo, aunque es un corte de carne barato y humilde, necesita un tratamiento especial para que se vuelva tierno y agradable al paladar.

A continuación, se añaden las verduras, que no solo aportan sabor, sino que también añaden un toque de frescura y color al plato. Entre las más utilizadas en la buseca de mondongo están la cebolla, el pimiento, el ajo y la zanahoria. Junto a estas verduras, las especias como el comino, el ají molido y el pimentón dulce le dan a la receta ese sabor profundo que la caracteriza.

Cómo hacer buseca de mondongo paso a paso

Preparar la buseca de mondongo puede parecer complicado, pero siguiendo los pasos correctos, se puede lograr un plato delicioso que sorprenderá a todos en la mesa. A continuación, te dejamos una guía detallada para que puedas preparar esta receta tradicional en tu casa.

Ingredientes:

Preparación:

  1. Limpieza y pre cocción del mondongo
    El primer paso, y probablemente el más importante, es limpiar bien el mondongo. Este corte debe lavarse cuidadosamente para eliminar cualquier impureza. Una vez limpio, se corta en tiras finas y se coloca en una olla con agua y una pizca de sal. Se hierve durante aproximadamente una hora o hasta que esté tierno. Este proceso es clave para lograr la textura suave que caracteriza a la buseca de mondongo. Después de hervirlo, se cuela y se reserva.

  2. Preparación del sofrito
    En una olla grande, se calienta un poco de aceite de oliva y se añaden la cebolla y los dientes de ajo picados. Se sofríen hasta que estén transparentes, liberando todo su aroma. A continuación, se incorporan el pimiento rojo, el pimiento verde y la zanahoria, todos cortados en cubos pequeños. Se deja cocinar a fuego medio hasta que las verduras estén bien blandas.

  3. Integrar los condimentos y el tomate
    El siguiente paso es agregar las latas de tomate triturado, las hojas de laurel y las especias (pimentón dulce, ají molido y comino). Se mezcla todo bien y se deja cocinar por unos 10 minutos, permitiendo que los sabores se vayan integrando lentamente.

  4. Añadir el mondongo y los chorizos
    Con el sofrito listo, es momento de incorporar el mondongo previamente cocido y los chorizos colorados cortados en rodajas. Estos últimos aportan un toque ahumado y picante que realza el sabor del guiso. Se revuelve bien para que todos los ingredientes se mezclen.

  5. Incorporar los porotos y garbanzos
    Finalmente, se añaden los porotos blancos y los garbanzos cocidos, ingredientes clave que le dan a la buseca de mondongo su consistencia espesa y nutritiva. Se agrega la cantidad necesaria de caldo de carne o verduras para cubrir todos los ingredientes, y se deja cocinar a fuego lento durante unos 30 minutos. Este tiempo permite que los sabores se amalgamen y que el guiso adquiera su característico espesor.

  6. Ajustar la sazón y servir
    Antes de servir, se prueba el guiso y se ajusta la cantidad de sal y pimienta si es necesario. La buseca de mondongo debe servirse bien caliente, idealmente acompañada de pan casero para absorber el delicioso caldo. Es un plato que, sin duda, invita a repetir.

Porciones y conservación

Con esta receta, obtendrás aproximadamente seis porciones generosas de buseca de mondongo, perfectas para una comida familiar o para compartir en una reunión. En cuanto a la conservación, puedes guardar las sobras en la heladera por hasta tres días, siempre manteniéndolas bien cubiertas para evitar que absorban otros olores. Además, si prefieres, también puedes congelar la buseca por hasta dos meses sin que pierda su sabor.

Valor nutricional de la buseca de mondongo

Cada porción de este plato tiene un valor nutricional estimado de:

Calorías: 380
Grasas: 20 g
Grasas saturadas: 6 g
Carbohidratos: 25 g
Azúcares: 7 g
Proteínas: 25 g

Claves para disfrutar de una buseca de mondongo inolvidable

El secreto para lograr una buseca de mondongo deliciosa está en la paciencia. Permitir que el mondongo se cocine adecuadamente y que los sabores se integren lentamente es lo que marca la diferencia. Si sigues estos pasos, estarás preparando un plato con raíces profundas en la tradición argentina, perfecto para compartir con quienes más quieres.

Redacción

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