27/04/2020

Historias que hacen bien: La inspiradora vida de Helen Keller y 20 frases para motivarnos

Para quienes no la conocen, Helen Keller (1880-1968) fue una escritora y activista de origen estadounidense, impulsora entre tantas causas del voto femenino.

Hellen Keller fue la primera persona sorda y ciega en obtener un título universitario en Estados Unidos.

Poco antes de cumplir dos años, padeció una enfermedad que produjo que perdiera la audición y la vista, por lo que se le bloqueó la posibilidad de aprender a comunicarse.

A los siete años, su maestra Anne Sullivan le enseñó a hacerlo deletreando palabras en la palma de la mano. Unos meses después, en base a su esfuerzo y superación, logró leer y escribir en Braile, y, más tarde, con lápiz.

Trabajó incansablemente en apoyo de causas sobre libertades civiles, derechos laborales y de las personas con capacidades diferentes. Dio la vuelta al mundo con sus conferencias y recibió muchos reconocimientos.

Como vemos, el que quiere, puede.

Aquí, 20 frases que marcan el espíritu de Helen Keller y que todos podemos usar como impulso para los momentos difíciles:

El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Sólo a través de experiencias de juicio y sufrimiento se puede fortalecer el alma, despejar la visión, inspirar ambición y lograr el éxito.
Las mejores y más bellas cosas del mundo no pueden verse ni tocarse, deben sentirse con el corazón.
Cuando una puerta de la felicidad se cierra otra se abre; pero a menudo miramos tanto la puerta cerrada que no vemos la que se abrió para nosotros.
La felicidad no viene de fuera, viene de dentro.
No inclines nunca la cabeza, tenla siempre erguida. Mira al mundo directamente a la cara.
¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?
Las personas no pueden ser desarrolladas en la sencillez y el silencio. Sólo a través de probarse a sí mismo y la experiencia del sufrimiento, pueden ser el espíritu fortalecido, la ambición inspirada y el éxito conseguido.
Muchas personas a pesar de poseer una vista excelente son ciegos en sus percepciones.
Si conservas tu rostro dirigido al sol, nunca verás las sombras.
La vida o es una aventura atrevida o no es nada.
Entre no ver y no oír sin ninguna duda es mucho peor no oír pues no ver te incomunica con los objetos, pero no oír te incomunica con las personas y eso te convierte en un objeto.
El optimismo es la fe que conduce al logro; nada puede realizarse sin esperanza.
Cuando aprendí el significado del “yo” y el “mi” me enteré de que yo era “algo” y comencé a pensar.
La cuestión más importante no es el tipo de entorno que tenemos, sino el tipo de pensamientos que elaboramos cada día, el tipo de ideales que seguimos; en una palabra, el tipo de personas que somos realmente.
Cuando hacemos lo mejor que podemos, nunca sabemos qué milagro se produce en nuestra vida o en la de otros.
Si te has establecido una tarea difícil, pero tendrás éxito si perseveras, y encontrarás gran regocijo al superar los obstáculos.
La sutileza de nuestra visión no depende de cuánto somos capaces de ver, sino cuánto somos capaces de sentir.
¿Qué gran invento no ha existido en la mente del inventor durante mucho tiempo antes de llegar a darle una forma tangible?
Lo que una vez disfrutamos nunca lo perdemos; todo lo que disfrutamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.
Soy sólo una persona. Pero aún soy una persona. No puedo hacer todo, pero puedo hacer algo. No voy a rehusar a hacer el “algo” que puedo hacer.

Daniel Colombo
Facilitador y Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 28 libros y comunicador profesional.

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Por Daniel Colombo | @danielcolombopr

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