26/01/2020
Dime que escuchas y te diré dónde vives
La melancolía del 2 x 4, la pasión del flamenco o la alegría de la samba, no casualmente dicen, cantan o expresan, sino que reflejan la forma de sentir, obrar y vivir del país que los escucha.
La música es una de las alternativas culturales más genuinas para conocer la idiosincrasia de un país. La melodía, la letra y su significado componen un rol más que fundamental en el aprendizaje de las costumbres y tradición de un país. Constituye aquel entramado complejo de sentidos que opera directamente sobre las prácticas culturales y es un elemento socializador de un pueblo.
En el caso de Latinoamérica, cada país tiene su ritmo, su poesía, su melodía, su danza y su sentir que lo define en su patrón cultural. Pero, primero vayamos a las fuentes. El término música latina tiene su origen en el año ´50 en los Estados Unidos para referirse a los ritmos musicales típicos de la región, y con el fin de diferenciar los estilos de origen afroamericanos de los afrolatinoamericanos.
Según este concepto, la música latinoamericana estaría comprendida por sus variantes indígenas, criollas y afroamericana pero también por estilos modernos como el rock y el pop latino, surgidos en la posmodernidad. Quizá, no haya región en el mundo más rica en géneros musicales que Latinoamérica. Su contenido cultural y simbólico hacen de sus ritmos una biografía para comprender a cada país, a sus ciudades o pueblos.
En Argentina, en Buenos Aires, el tango es una puerta de entrada genuina para conocer y desentrañar la identidad del porteño. Nacido de una fusión de la coreografía de la milonga, el ritmo del candombe y la línea melódica sentimental y la fuerza emotiva de la habanera, el 2 x 4 ha sido uno de los elementos fundamentales en la educación cultural de los habitantes de la reina del plata.
Con los burdeles como escenario de origen, el tango en sus primeras letras exhibían aquello que sucedía a su alrededor. El rufianismo, el dolor por la mujer que se ha perdido o la añoranza de un pasado que no vuelve, son algunas de las temáticas que describían las poesías del 2 x 4. Aunque, los tiempos han cambiado la idiosincrasia y la identidad permanecen, y no es de extrañar conocer al porteño, por la queja constante de "un tiempo anterior que siempre fue mejor", la melancolía del no poder ser y una cierta actitud compadrita a la hora enfrentar al otro.
Otro caso notable, es el de República Dominicana. Su ritmo por excelencia es la bachata, que podría describirse como una fusión de bolero de cuerdas y el son cubano. Tiene su origen en los inicios de la década del ´60 durante una difícil situación política que reinaba en el país por causa del derrocamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina.
No es casual el nacimiento de la bachata en aquel momento político. Había una sociedad que necesitaba expresar su sentir y una necesidad de expresión popular en el marco de una situación de opresión y la pobreza. Por estos mismos motivos, por su sello popular, este ritmo fue discriminado por los habitantes en su propia tierra. Los medios de comunicación se negaban a emitirlo y sólo una emisora, Radio Guarachita, transmitía bachata durante las décadas del ‘60 , ´70 y ´80.
Hasta que un día un gran músico dominicano puso a la bachata en el lugar que se merecía. Juan Luis Guerra lanzó al mercado su disco Bachata Rosa (1989), que alcanzó récords en venta no sólo en la poesía de las calles alcanzaba por fin el respeto y la reivindicación de su mensaje. Hasta el día de hoy la bachata es un ritmo reconocido, cantado y bailado en muchos lugares del mundo.
Por su parte, México también ha sabido demostrar su idiosincrasia en su música y letra. Nacida con sus ancestros indígenas, su estilo signado por los rituales y ceremonias a los dioses o a los consejos de guerra, representaban la identidad de los mayas que habitaron el sur del país. Sus huellas musicales todavía imprimen cada estilo que habita el suelo mexicano.
Uno de los géneros que más identifica a México y a sus habitantes es el estilo "Mariachi" ,dialecto indígena originario del centro de la República Mexicana, significa "Día de Fiesta". Su impronta arraiga la identidad máxima del mejicano en el sentido de sus costumbres y tradiciones populares. Para interpretar la música de Mariachi tiene que haber un enlace sentimental entre el músico y el instrumento, que proporciona todas las cualidades y propiedades musicales con los que lo caracteriza.
Además en el estilo mariachi hay diversas manifestaciones musicales que describen al mejicano como un ser apasionado por la conquista. La canción "Ranchera" exhibe las cualidades, detalles corporales y sentimentales más cautivadores de la mujer, imprimiéndolo musicalmente en forma de poema. Por su parte, el "Bolero Romántico" manifiesta los sentimientos correspondidos de un amor y la "Serenata" es interpretada durante la noche en la ventana de la mujer de quién se quiere tener su amor, donde el Mariachi interpreta de cinco a seis melodías románticas.
La conquista por un amor y sus consecuencias parecen hacer del mexicano una de las identidades más románticas de Latinoamérica. Además de ser una de las ramas del arte que mayor placer le otorga a un ser humano, la música no deja de ser la educación emocional y cultural de alguien que quiere conocer su país u otras tierras lejanas. Cada rincón del mundo se hace oír, sólo hay que ponerse a escuchar.
Redacción
Síguenos en Facebook
Síguenos en Twitter
Síguenos en Instagram