18/07/2017

Cualquiera puede meditar, sólo hay que decidirse

“Recuerda, en la gran infinidad de la vida, todo es perfecto, entero, y completo… y también lo eres tú”. Louise Hay.

La victimización impide que avances, preocuparte en lugar de ocuparte te hace esclavo de tu mente. No juegues al auto sabotaje, dispón tiempo para conocerte, y tomar las mejores decisiones.

Hacer un alto en el día a día es positivo para recargarte de buenas vibras. Así pues, con la práctica de la meditación proveniente del hinduismo y budismo, obtendrás excelentes resultados de relajación, así como una vida plena y equilibrada. Pese a las dificultades que puedas experimentar, puedes lograrlo. Incluso desarrollarás la resiliencia frente a circunstancias difíciles, como perdidas de familiares, mascotas, pareja, cambio de trabajo, despido o una enfermedad. Si piensas correctamente, actuarás correctamente.

La energía y la felicidad están dentro de ti, únicamente debes despertarla y en consecuencia proyectarla en los ámbitos de tu vida que desees mejorar o cambiar en absoluto. Para cultivar esos pensamientos positivos, para materializarlo, debes vaciar el vaso y llenarlo nuevamente, pero ahora con pleno conocimiento de lo que quieres. Aquí es donde entra la meditación, el momento en el que te encuentras con tu propia esencia. Drenar y entrar en un estado de conciencia profunda. No hay distinción, mujer, hombre, joven, anciano. Puedes meditar y así construir la paz interior que cada uno de nosotros merece.

Para meditar es bueno que vayas a un lugar donde te sientas bien, y lo hagas a solas, sin ser interrumpido. Se recomienda una luz ténue, o la oscuridad en absoluto, pues la glándula pineal, ubicada en la mitad del cerebro, vinculada directamente con la espiritualidad, trabaja mejor a oscuras. Es por eso que cuando las personas van a dormir sueñan, es decir se conectan con otro plano.

La glándula pineal lleva ese nombre porque tiene forma de piña. Los niños, tienen un desarrollo óptimo de ésta hasta los cinco años de edad, por eso cuando lloran o se ríen solos, las personas espirituales lo asocian con la interacción de lo no físico. Pero a medida que pasa el tiempo, el ser humano pierde esa facilidad y sensibilidad, porque la monotonía y la vida acelerada nos restan energía.

En este sentido, se hace preciso desconectarse de lo cotidiano mediante la meditación. Además de estar en contacto con la naturaleza, también estimula a la glándula pineal. Te recomendamos dejar de lado el móvil, la televisión (no verla más de una hora seguida), el ruido, y las palabras de personas negativas, ya que ellas también roban tu energía. Así que rodéate de personas que reflejen lo que quieres ser.

Cuándo y cómo meditar:

En la noche, ya cuando vas a dormir, y al otro extremo, cuando recién abres los ojos por la mañana, son los mejores momentos del día. Es cuando tu subconsciente se encuentra más receptivo, por eso lo que escuches y pienses en estas dos fases influirá en tí y creará tu realidad. Afirmaciones positivas (mantras igual a energía) y visualizaciones, te ayudarán a que todo marche bien.

Meditar te llevará a encontrar las respuestas que hay dentro de ti, a experimentar la quietud interna, a pesar de que las personas a tu alrededor sean quejumbrosas y pesimistas. El desarrollo personal es una decisión, y tu propia energía es la fuente de todo lo que emanas y creas. Meditar te permitirá vivir de una manera consciente y positiva.

Por Chaimar Mojica

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