23/09/2019

Cómo superar el complejo de inferioridad

¿Te sientes poca cosa, menos que los demás? ¿Tienes sensación de que vales poco y que las otras personas son más importantes? Es posible que estés padeciendo del complejo de inferioridad.

Este concepto fue postulado por el médico y psicoterapeuta austríaco Alfred Adler, con sus postulados sobre la psicología del desarrollo infantil.

Se trata, ni más ni menos, de que la mirada interna de la persona lo sume en un escalón muy inferior a las demás personas, por lo que semejante desproporción en su autoimagen lo afecta severamente su auto valía, auto estima y todas las estructuras internas para funcionar adecuada y equilibradamente en las distintas facetas de la vida.

Seguramente conoces personas que pasan toda su vida sintiéndose inferiores a los demás, y esto les provoca una gran tristeza, angustia y hasta depresión que derivan en otras patologías y enfermedades psicosomáticas.Por lo general, la persona con complejo de inferioridad siente miedo, temores imaginarios, inseguridad y hasta un dejo de tristeza permanente que inunda todo su ser.

Para Adler esto tiene su origen en la infancia, sobre todo a partir de:

Es así como, de adultos y en forma inconsciente, se manifiestan comportamientos limitantes, que surgieron en la infancia como mecanismos de protección para intentar evitar esa mirada acusatoria, negativa y de disminución de la valía en la que se ha criado.

Repasemos algunos ejemplos de comportamientos asociados al complejo de inferioridad:

Algunas herramientas de afrontamiento

Para dar un paso adelante en el proceso de superar el complejo de inferioridad es esencial trabajar con un psicoterapeuta profesional que te acompañe, para brindar la contención y encuadre a la situación.

Como una primera aproximación para superar el complejo de inferioridad aquí van cinco sugerencias. Recuerda consultar con un profesional matriculado en todos los casos, porque estarás trabajando con patrones internos muy profundos que están directamente relacionados con tu estructura psíquica. Estas son sólo algunas ideas preliminares:

Detectar conscientemente cuando te comparas con los demás

En cualquier aspecto, la comparación en este caso siempre te dejará en desventaja. El proceso racional consiste en generar un alerta interno para detectar el momento preciso en que aparece el pensamiento/sensación rumiante de compararse, y frenarlo reencauzándolo hacia una emoción positiva y no limitante.

Elaborar la historia de vida

Posiblemente si has tenido una infancia que dista bastante de ser equilibrada, amorosa y constructiva, tu estructura psíquica de base y la conformación de tu personalidad se han visto afectadas. Con la ayuda de un profesional del campo de la salud podrás ir a la raíz del problema; conectar con esas experiencias, y, en un proceso paulatino, ir sanando desde adentro para conquistar mayor libertad interna.

Soltar las ataduras condicionantes del pasado

Relacionado con lo anterior, el complejo de inferioridad muchas veces tiene que ver con repetir patrones que fueron impregnados entre que nacemos y aproximadamente los seis o siete años. Si logras ir al punto de origen, será más rápido el proceso para soltar nudos internos que te mantiene atrapado. Es como querer moverse estando con el cuerpo y el alma completamente atados.

En el proceso de soltar estas ataduras es importante elaborar la culpa y el resentimiento, dos de las emociones más fuertes, pesadas y condicionantes en la vida de cualquier ser humano.

Agradecer y resaltar-se los logros

Por pequeños que sean, un ejercicio que ayuda para reconstruir la autoestima dañada es el de la gratitud por todo lo que se va logrando diariamente. Por pequeños que sean estos hechos cotidianos que muchas veces dejas pasar de largo, es conveniente que los registres conscientemente, los escribas o los repases mentalmente antes de ir a dormir. Si lo haces como un entrenamiento diario verás con el correr de las semanas como tu auto imagen de inferioridad va a dar lugar a una de mayor consistencia, más integrada con lo que sí eres en esencia, y que tenías distorsionada o corrida de lugar. No es algo mágico: es necesario entrenarlo.

Exponerse a situaciones que antes evitabas

El estado evitativo de cuestiones que te producen impacto respecto al complejo de inferioridad es otra estrategia saludable para empezar a atravesarlo. Por ejemplo, sé el primero el levantar la mano para dirigir un nuevo proyecto, para hablar en público o para hacer una mentoría en tu trabajo acompañando a alguien con menos experiencia que tú. Se trata de animarte a atravesar esos miedos inconscientes que te limitan por el qué dirán, y, de esta forma, si repites el procedimiento tantas veces como sea necesario, observarás tu entereza para salir adelante y más fortalecido.

Daniel Colombo
Facilitador y Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 28 libros y comunicador profesional.

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Por Daniel Colombo | @danielcolombopr

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