20/10/2016
Buena conducta alimentaria en la adolescencia: Una tarea adulta.
Sólo una cuarta parte de los encuestados consume los grupos de alimentos indicados para su edad y en las cantidades correspondientes.
Un estudio realizado en 2013, en la Provincia de Buenos Aires, determinó que sólo el 28.3% de los adolescentes de 13 a 18 años realiza las cuatro comidas diarias y apenas el 36% desayuna.
La encuesta fue realizada por el Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil y la principal conclusión fue la inconsistencia en los hábitos alimentarios en la mayoría de los jóvenes.
Sólo una cuarta parte de los encuestados consume los grupos de alimentos indicados para su edad y en las cantidades correspondientes. Es decir, la gran mayoría de los adolescentes no consumen de manera diaria y en las porciones estipuladas para su desarrollo y crecimiento, alimentos como: lácteos, frutas y verdura, carnes y huevos, y aceites.
En este sentido, los alimentos privilegiados por los más jóvenes son aquellos que no poseen propiedades nutricionales tales como las golosinas y gaseosas azucaradas, que son consumidos semanalmente en un muy alto porcentaje y con una frecuencia del 73% y 62% respectivamente. Pero además del tipo de alimentos seleccionados, las rutinas alimentarias representan una de las mayores problemáticas en esta franja etárea. Sólo el 36% realiza de manera diaria el desayuno y la comida privilegiada por el 89% de los chicos de 13 a 18 años es la cena. El almuerzo ocupa el segundo lugar, con el 81% y la merienda el tercero con el 55%.
El desayuno parece ser el gran ausente de los hábitos alimenticios de los jóvenes bonaerenses. Los argumentos brindados por los alumnos encuestados fueron principalmente la “ausencia de costumbre” de realizar cuatro comidas diarias y un segundo motivo fue la “falta de tiempo”. En este marco, los jóvenes no han naturalizado desde la infancia el hábito de realizar el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena como una conducta fundamental para garantizar una buena alimentación para el presente y con proyección a futuro para la buena salud y la prevención de enfermedades en la edad adulta.
Las generaciones actuales se encuentran signadas por la ausencia de orden y estructura adecuada en la alimentación. En la actualidad, Argentina es el segundo país en el mundo, detrás de Japón, en cantidad de personas que padecen trastornos alimentarios asociados a la anorexia y a la bulimia, especialmente en adolescentes.
El objetivo de esta investigación fue indagar, detectar y analizar las conductas alimentarias actuales en los más chicos y así brindar pautas para el establecimiento de planes preventivos que orienten a la elaboración planes orientados a buenos hábitos alimenticios, una dieta nutricionalmente apropiada y rutinas de ejercicio físico que brinden de manera complementaria un modelo de salud para los jóvenes argentinos.
Una buena conducta alimenticia en la niñez y en la adolescencia garantiza el desarrollo del presente y mejora la salud durante la adultez brindando la posibilidad concreta en la prevención de enfermedades y la optimización de la calidad de vida.
Redacción
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