05/10/2018

Así en la empresa como en el fútbol

Cuando falla la estrategia, los ejecutivos (o jugadores) otrora exitosos, fracasan.

Me gusta el fútbol. Siempre me llama la atención el por qué un jugador brillante y exitoso en un club, es comprado por enormes cifras por otro club donde fracasa, pasa de titular a suplente y de suplente a ser vendido a otra institución por un valor económico muy bajo. En muchos casos es el comienzo del fin de su carrera.

En mi actividad, observo la misma situación que en el fútbol, con directores, gerentes y empleados que son contratados por importantes Head Hunters en compañías donde han realizado una gestión exitosa y al incorporarse a la nueva empresa y ser contratados por su nuevo empleador, fracasan y terminan siendo despedidos.

¿Que tiene en común estas situaciones diferentes, pero con resultados iguales?

  1. La Misión, Visión y Valores escritos en papel, no coinciden con la realidad.
  2. El contratado no puede expresar su potencial de éxito, porque es colocado en una posición diferente.
  3. No se le permite gestionar con quienes se entiende, sino que el presidente o el directorio “le arma el equipo”, y lo arma mal.
  4. El contratado descubre que su equipo de trabajo es mediocre y su posición no se destaca.
  5. Los dirigentes (Directorio) rotan al Gerente General (Director Técnico) con demasiada frecuencia.
  6. La empresa (el Club) está desorganizada, no hay proyectos a corto ni a largo plazo.
  7. Fallas en la comunicación directa y lo que se habla es solo “en radio pasillo”.
  8. Problemas económicos financieros de la institución, organización o compañía.
  9. Falta de recursos para crecer y poder enfrentar a la competencia (otros clubes).
  10. Otras similitudes

Sí queda claro que hay dos clases de gerentes (jugadores) contratados: los que piden salir del club y volver al camino del éxito y los que deciden aprovechar las ineficiencias de la empresa (o el club) y aceptar las reglas vigentes, cobrar su salario y ocupar el banco de suplentes.

¿Cuál de ellos es usted?

Por Omar Romano

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