25/02/2019

A mayor libertad, ¿más capacidad de decisión?

Una de las mayores claves para focalizar y no diversificar demasiado, es tener objetivos.

Encontrarse con el deseo es el dilema de nuestro tiempo y una de las grandes paradojas de la libertad. Los jóvenes nunca tuvieron tantas carreras universitarias para elegir, pero hoy más que nunca reina la desorientación vocacional. La multiplicidad de herramientas para hacer más eficiente la productividad laboral es una realidad en la mayoría de las compañías alrededor del mundo, pero sus niveles descienden.

Entonces ,¿el número de opciones es directamente proporcional a la calidad de rendimiento? O bien, ¿sucede todo lo contrario? David Allen es presidente y fundador del grupo de asesoría David Allen, y autor de ‘Getting things done’, y es quien advierte esta diferencia.

“Hemos dado un salto exponencial en lo que a tecnología y apoyo se refiere en nuestros lugares de trabajo. El problema es que una mayor productividad general en una organización no siempre se traduce en una mayor productividad para un empleado en particular”, sostiene.

Es decir, en la actualidad es notable que el sistema laboral ha creado diversos mecanismos para aumentar la efectividad de las operaciones, pero esta tendencia no se refleja directamente en la productividad de los empleados. “Parece una paradoja, pero las nuevas herramientas para mejorar la productividad están socavando nuestra capacidad para cumplir con los objetivos. Y hacen que nos sintamos paralizados por el angustioso número de opciones que ofrecen“, advierte David Allen.

Al igual que en la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana, la libertad ha creado incertidumbre. Ahora se puede elegir y ante la enorme cantidad de opciones, el ser humano parece descolocado. Cuando los condicionamientos reinaban, el individuo entre sus limitaciones gozaba de la comodidad de que alguien elija por él. Hoy está solo frente a la libertad.

En su trabajo como consultor Allen, escucha las necesidades del personal de varias empresas de todo el mundo. La mayoría de los empleados no saben como funcionar bajo esta nueva tendencia laboral. Algunos de los comentarios, son los siguientes:

“Me siento abrumado, y con los cambios que está habiendo, es cada vez peor. No hay suficientes horas en el día para hacer mi trabajo”.

“Tengo nuevas responsabilidades que exigen ideas creativas y estratégicas, pero no se me ocurren”.

La fórmula para adaptarse a los nuevos tiempos no son exactas pero sí existen algunas alternativas para comenzar a funcionar cada vez mejor en un mundo laboral que se ha complejizado. Citando al jefe de desarrollo ejecutivo de Siemmens, Allen, brinda un buen inicio: “hay que ser capaz de estar presente, no distraerse, confiar en tu sabiduría interna y tomar decisiones rápidas sin aportaciones de otros o sin tratar de alcanzar la perfección”.

Una de las mayores claves para focalizar y no diversificar demasiado, es tener objetivos. Parámetro que en estos tiempos, es difícil de encontrar. Ante la multiplicidad de opciones, las metas parecen perderse en la cantidad de alternativas, y así pensamos en todo y no puntualizamos en nada.

Encontrar lo importante y concentrarse en ello es un gran paso para lograr calidad en la productividad. "Hay que recalibrar constantemente nuestros recursos para producir los mejores resultados y decir “ahora no” a lo que es menos importante", recomienda Allen.

El futuro ya llegó, es imposible volver a un pasado en él cuál las opciones eran limitadas y el trabajo se presentaba como menos complejo. David Allen cuenta una anécdota muy aleccionadora en este sentido: "En mis seminarios, a menudo planteo la cuestión de que abrir una tienda de cebos de pesca en los Berkshires siempre es una opción para hacer que la vida resulte menos estresante. Pero un cliente me dijo en una ocasión que un amigo suyo había hecho precisamente eso: vendió todo lo que tenía y dejó Wall Street, se mudó a los Berkshires y compró un campamento de pesca. Cuando mi cliente fue a visitarle, el hombre estaba encorvado sobre su ordenador, conectado a Internet, buscando cebos nuevos e intentando dar con la manera de anunciar su negocio. En otras palabras, nuestra atracción por un mundo de posibilidades, información y complejidad infinitas está aquí para quedarse. El reto consiste en encontrar la forma de participar productivamente en ese mundo nuevo y turbulento, y no sentirnos paralizados por él”.

Redacción

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