24/08/2018
7 atributos para generar confianza
La confianza es el atributo esencial de las relaciones interpersonales en los distintos planos.
Cuando se es coherente entre lo que piensas, dices y sientes, y tus acciones van en consecuencia, estás dando un paso importante para conquistar la confianza.
Ahora bien: la confianza necesita de hechos concretos que la ratifiquen, además del don de gente, el valor agregado que le pones a lo que generas en los demás, y tu trayectoria sostenida en el tiempo. ¿Acaso confías inmediatamente en alguien totalmente desconocido que irrumpe en tu vida? Necesitas del tiempo para desarrollar el vínculo de confianza entre ambos.
Es una inversión que haces en el vínculo, que surge de la combinación de buena voluntad, intuición y evidencias. Se construye “con-fianza”, como si pagaras una fianza apostando por esa relación. ¿Por qué es una apuesta? Porque interviene el valor futuro, algo que presupongo que el otro me inspira, por lo cual confío -incluso en vistas a que, más adelante, pueda retirar la confianza depositada-.
La palabra “confianza” deriva de "confiar" La raíz -fi- del verbo fiar, del latín fidere (confiar) y este, de fides (lealtad, fe y confianza).
Las 7 condiciones de las personas que generan confianza
- Tienen integridad y coherencia. La integridad se compone de la consistencia de quien eres como ser humano, y, al igual que la coherencia, abarca los distintos planos de la vida. Así, alguien íntegro es una persona con valores y principios, en la que es fácilmente verificable su honestidad, honradez, lealtad, veracidad, el respeto por los demás y por sí mismo, la inteligencia emocional que demuestra, y su confiabilidad. La coherencia es el condimento esencial para ser integro, ya que define tu línea de conducta.
- Viven y transmiten sus valores. Una persona digna de confianza transita los ámbitos de la vida sobre ciertos valores que, como los pilares de una casa, constituyen la esencia de quien es. Si se corrompen, cae esta estructura interna, y, por lo tanto, empieza a tambalear su escala de valores.
- Se identifican con su proyecto. La pasión es su guía; son entusiastas, enérgicos y usualmente lideran a partir de un estilo muy personal, que los demás pueden identificar claramente, aunque a veces es difícil de definir con palabras. Sencillamente, atraen a los demás y generan ese marco de confianza para generar impactos positivos.
- Comunicación asertiva. Desde esta perspectiva, tienen la habilidad de escucha muy desarrollada, la que, junto con sus observaciones atinadas la mayoría de las veces, permiten construir estadíos superadores de los problemas que puedan presentarse. Son buenos mediadores, estableciendo parámetros para que confluyan las ideas. Saben tender puentes e invitar a los demás a que los transiten.
- Son empáticos. Cuando se genera el marco de confianza, es fundamental la habilidad de ponerse en el lugar del otro para ver las cosas desde su perspectiva. Esto les permite entender lo que sucede con una visión más amplia que la que aparecería circunscripta a su propio abanico de percepciones. Al hacerlo, se potencia el vínculo de confianza, ya que entra más rápidamente en el mundo del otro.
- Tienen poder de convicción. La persona digna de confianza suele expresarla a través de sus hechos, más que de las palabras. Por lo general, quienes inspiran confianza no desean que los demás los sigan a ciegas. Es más: provocan intercambio de opiniones, ideas y construcciones sociales que, en el tiempo, podrán ser vistas como disruptivas e innovadoras, ya que no siguen un patrón establecido. Actúan por convencimiento de sus valores y de su designio natural, del que es muy difícil apartarlos.
- Crean experiencias en los demás. Como forma de darle valor a la confianza que va generando, estas personas se dedican a inspirar a otros a través de sus actos, más que de sus palabras. Así, el ejemplo se vuelve un punto de referencia para otros, ya que establece nuevas formas, estándares y puntos de inflexión en la forma de crear confianza. Esta validación le representa una mejor reputación para sí, y suele convertirse en un referente en el aspecto en el que se destaca.
Así como se puede construir confianza, es factible destruirla en instantes mediante acciones corrompidas que van por el camino contrario a los siete escalones expresados anteriormente. Como se trata de un proceso paulatino de desarrollar confianza, cualquier aspecto fuera de lo genuino y de la integridad lo afecta negativamente, impidiendo que se den estas condiciones básicas. Por eso es prácticamente imposible reconstruirla si se corrompe.
Si la persona tiene autocrítica, suele terminar sucumbiendo en un estado interno difícil de sobrellevar, generalmente teñido por el escarnio del entorno social en el que se mueve. Y entonces no hay confianza que valga: ha defraudado para siempre; y de allí es muy difícil volver.
Daniel Colombo
Master Coach especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; autor de 21 libros, comunicador profesional.
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