23/11/2015
5 malos hábitos que te quitan la energía y puedes dejar
El ritmo de vida que llevamos hoy en día es frenético y desgastante. Cada día está lleno de actividades pendientes y problemas por resolver; pareciera que la tecnología todavía no alcanza las velocidades que demanda tu trabajo y multiplicarte en cuerpo y mente para atender todos los asuntos de los que debes hacerte cargo es una obligación.
Se han identificado 5 hábitos tóxicos que deberíamos empezar a dejar, para volver a la armonía que tanto necesitamos. Son acciones que parecen insignificantes pero que afectan tu capacidad de acción y absorben tu libertad mental y paz interior. Decídete a dejarlas de inmediato y verás cómo aumenta notablemente tu calidad de vida en pocos días.
Estar hiperconectado a la pantalla de tu móvil
Esta es realmente una adicción de la era actual creada por la constante necesidad de revisar el estado de nuestra vida virtual. Ya sea porque sientes que deberías revisar tu correo electrónico para saber si ya recibiste algo que estabas esperando, o porque no quieres perderte de la actualidad y las noticias que aparecen en las redes sociales, o porque chequeas varias veces si esa persona con la que esperas contactarte ya leyó tu mensaje de chat. Cuando revisas una y otra vez la pantalla de tu teléfono te ausentas de la vida real y permites que tu energía se vaya tan rápido como la batería del móvil. Estar aquí y ahora es un gran reto que parece cada día más difícil de enfrentar. Es cierto que en la pantalla se despliegan simultáneamente miles de planos virtuales que te permiten estar en varios lugares a la vez y comunicarte con el mundo. Tener acceso a esa tecnología es una gran ventaja de nuestro tiempo, pero ser prisionero de ella es una tortura innecesaria. Intenta promover el contacto físico y personal cuando te sea posible en lugar de contactar a otros a través de tu teléfono inteligente; cuando pienses en abrir alguna aplicación o acceder a redes sociales para distraerte un rato, hazles un favor a tus ojos y a tu cerebro y, en lugar de actuar de esa manera, sal a dar un corto paseo o charla con un amigo.
El sedentarismo
Aunque parezca paradógico, el sedentarismo y la inactividad son una fuente de cansancio y agotamiento. Si tu cuerpo está habituado a levantarse de la cama para entrar en el auto y salir del auto para sentarse todo el día en una silla detrás de una pantalla, lo estás acabando lentamente. Hacer algo de ejercicio te permite activar la circulación y el metabolismo, así como oxigenar todo tu organismo y permitirles a tus órganos funcionar correctamente. Para combatir la inactividad no es necesario que te vuelvas un deportista profesional o pases largas horas en un gimnasio. De hecho, si te ejercitas al aire libre tu cuerpo te lo agradecerá todavía más. Intenta caminar o correr durante media hora antes de comenzar tu rutina; dale a tu cuerpo una dosis de endorfinas y adrenalina y verás que en poco tiempo comienzas a sentirte más enérgico. Una hora de ejercicio al día representa el 4% de tu rutina, no tienes excusa para permanecer sedentario.
No te desconectas antes de dormir
El momento de ir a la cama es crucial para nuestro cerebro. Cuando estás bajo tus mantas, todo tu cuerpo y tu mente necesitan desconectarse de los problemas y encontrar un lugar acogedor para descansar. Hábitos como mirar tu teléfono, ver televisón hasta quedarte dormido o pensar en las responsabilidades pendientes que resolverás al día siguiente, no le permiten a tu cerebro el espacio de descanso que tanto necesita. No intentes resolver problemas desde la cama, ni entres en estado letárgico frente a una pantalla. Tu sistema nervioso se agota cuando haces estas cosas. En lugar de eso, intenta leer un buen libro, charla con tu pareja o simplemente apaga la luz y deja que tu mente cultive nuevos pensamientos positivos.
No duermes lo suficiente
Cuando duermes las células de tu cuerpo se regeneran, nuevos tejidos son creados, tu cerebro almacena lo que has aprendido en el día en la memoria a largo plazo, tu ritmo cardiaco y el respiratorio se regulan... por eso, cuando no duermes lo suficiente tu cuerpo se siente débil y extremadamente cansado. Si dormir mal se ha convertido en un hábito para ti, ya conoces el origen de tu constante cansancio y falta de energía. Un adulto debe dormir mínimo 6 horas cada noche para levantarse renovado y vital. Respeta este tiempo de sueño por el bien de tu cuerpo; puedes verlo como una inversión invaluable en tu futuro y calidad de vida.
El consumo de cafeína
En muchas ocasiones abusamos de la cafeína para darnos una dosis extra de energía. Consumir café o bebidas energéticas llenas de azúcar es una forma de estimular tus músculos y mantenerte despierto. Sin embargo, llega un momento en el cual la cafeína (o el azúcar) no estimulan tus conexiones cerebrales. Así, tu cuerpo puede estar despierto, pero tu cerebro está funcionando con el piloto automático. En este estado eres incapaz de tener ideas nuevas, producir conocimiento o activar tu creatividad. Si a esto le sumas el consumo de bebidas o sustancias "tranquilizantes" como aguas aromáticas, gotas de valeriana o somníferos recetados, no le estás dando tregua a tu pobre organismo. No puedes pretender que éste funcione como una máquina que se activa con un botón y se apaga con otro. Cuando mezclas estimulantes y depresivos del sistema nervioso juegas con tu salud, agotas tu energía y alteras tu metabolismo de forma irrecuperable.
Comienza a sustituir la cafeína por el ejercicio, duerme lo suficiente y hazlo de manera sana, permitiéndole a tu cerebro desconectarse de las pantallas y las preocupaciones, y oblígate a vivir aquí y ahora para no convertirte en un esclavo de la tecnología que te quita energía.
Dejando estos 5 malos hábitos de lado recuperarás en poco tiempo tu energía vital, cretividad y capacidad de acción.
Vía: Genial
Fuente: genial.guru
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