Los hábitos culturales generan actitudes positivas

El factor cultural es una herramienta que, partir de estos resultados positivos sobre las personas, se está teniendo en cuenta para la rehabilitación de los enfermos y la prevención de la salud.

La cultura siempre es una herramienta enriquecedora para la mayoría de los ámbitos de la vida: lo personal, lo académico, lo laboral o lo social. Pero, se ha descubierto que además de aportar conocimiento y disfrute, otorga una mejor calidad de vida y optimiza la salud.

Una investigación a cargo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega de 2104, ratificó que los adultos que disfrutan de la vida cultural gozan de mejor salud. En este sentido, se comprobó que aquellas personas que tocan instrumentos musicales, pintan, acuden al teatro o al cine, leen frecuentemente o visitan museos sufren menor nivel de ansiedad y depresión, y además, se sienten más satisfechos con su vida.

El estudio fue publicado en la revista "Journal of Epidemiology and Community Health", e informa que realizar todo tipo de actividades culturales incentiva a disfrutar más de la vida y esta actitud trae consecuencias positivas sobre el estado de salud general. Para ejecutar esta investigación, sus autores entrevistaron a 50.797 personas que participaban en actividades culturales y valoraron su grado de satisfacción con la vida, su nivel de salud y su relación con la depresión y la ansiedad. El resultado, entonces fue a más vida cultural, más salud.

La investigación también destacó que las personas entrevistadas, que se caracterizaron por una buena salud, además de tener una gran ligazón con las actividades culturales, se alimentaban bien, tenían un trabajo más satisfactorio que el resto y practicaban regularmente ejercicio físico.

Este dato no es menor, ya que las personas que tienen contacto con actividades que le son placenteras y enriquecedoras, tienden a cuidarse en las variables más importantes para contar con una buena calidad de vida.

El factor cultural, es una herramienta que partir de estos resultados positivos sobre las personas, se está teniendo en cuenta para la rehabilitación de los enfermos y la prevención de la salud.

Otro detalle revelador de esta investigación fue la diferencia entre los géneros en su relación con la cultura. “Para los hombres resulta más beneficioso ser un receptor pasivo de la cultura, como realizar actividades recreativas: visitar teatros, ir al cine o leer un libro. En cambio, las mujeres demostraron tener una mejor calidad de vida, si eran creadoras o autoras de la cultura, como pintar o tocar un instrumento”.

Aunque los roles sean distintos, lo más importante es destacar cómo entrar en contacto con actividades culturales es además de un acto que enriquece un hecho que convierte al ser humano en alguien más feliz y con mejor salud.

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