Los argentinos y el psicoanálisis

Estudios revelaron que las finanzas personales son su principal motivo de preocupación.

Si hay una característica que define a los argentinos -y en particular a los porteños- es su predilección por el psicoanálisis. El dicho popular dice que en Buenos Aires “hay un psicoanalista por cuadra” y aunque la frase parece un tanto exagerada, no dista demasiado de la realidad. Según un relevamiento realizado por la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), en el país hay un psicólogo por cada 650 habitantes y la cifra sube en Buenos Aires en dónde hay un terapeuta cada 120 habitantes, lo que la convierte en la ciudad más adepta al diván junto con Nueva York.

La oferta se corresponde con la demanda. Según una investigación realizada por la consultora internacional TNS Gallup, la mitad de los porteños hicieron terapia al menos una vez y la necesidad de consultar a un profesional de la salud mental crece cada vez más. Pero, el incremento en la cantidad de pacientes que acuden al consultorio psicológico no es propia de la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos tres años, la demanda de terapias vinculadas a la salud mental aumentó un 23% en todo el país. Los mayores protagonistas de esta tendencia son los miembros de la clase media que en los últimos años ante cuadros de stress, angustia o ansiedad decidieron acudir a una consulta psicológica para abordar una problemática que los atraviesa en aspectos claves como la salud, la vida personal, laboral y académica.

Una de las razones que explicarían el incremento de pacientes que concurren a terapia en el país, es su nivel de stress. El trabajo y la situación económica son dos de las principales variables que más preocupan a los argentinos. Según un estudio de la consultora Regus, organización dedicada al aporte de soluciones para el espacio laboral, el 70% de los encuestados revelaron que las finanzas personales son su principal motivo de preocupación.

Pero aunque los niveles de estrés se han incrementado y cada vez son más las personas que deciden pedir ayuda para poder mejorar y optimizar su salud mental, algunas tendencias no han cambiado. Ellas siguen protagonizando la estadísticas como pacientes del consultorio psicológico. Así, lo confirma la encuesta realizada por TNS, en Argentina: siete de cada diez personas que realizan una consulta son mujeres.

Aunque la diferencia se ha acortado en los últimos años, el sexo femenino todavía se permite mucho más que el masculino la posibilidad de pedir ayuda y exteriorizar sus emociones, angustias y problemáticas. Pero, esta no es la única tendencia que en la Argentina no ha cambiado. Si bien los motivos de consulta y la cantidad de pacientes se han modificado o incrementado, la escuela o rama psicológica elegida por los argentinos fue y sigue siendo el psicoanálisis. Mientras en el mundo, las terapias cognitivas, gestalticas o las más novedosas como la logoterapia o la psicología positiva, son las de mayor adhesión o interés, en el país las doctrinas de Sigmund Freud y Jacques Lacan son las favoritas tanto de los pacientes como de los profesionales en el área.

La razón de esta predilección no se vincula con la ausencia de formación en otras corrientes psicológicas o la falta de profesionales formados en las mismas, sino que son los mismos pacientes los que eligen al psicoanálisis por sobre otras teorías de la salud mental. Así lo confirma la Asociación Psicoanalítica Argentina: el 40 por ciento de los argentinos que asisten al psicólogo optan por la terapia psicoanalítica. A manera de costumbre contracultural a las terapias dominantes e imperantes en el mundo, en el país se sigue optando por un estilo terapéutico en el cual las soluciones son a largo plazo, prima la palabra por sobre la acción y la resolución de conflictos internos se enmarca en un proceso prolongado de exploración inconciente.

En cambio, las terapias cognitivas-conductuales, que en la actualidad son las más requeridas a nivel mundial, operan bajo el criterio de asociación entre el pensamiento y la conducta y focalizan su atención en la resolución concreta de los problemas a través de la modificación de ciertas estructuras de significado que afectan la vida del paciente. Los argentinos siguen eligiendo el diván y a una terapia que desafía al tiempo posmoderno, eludiendo las urgencias y priorizando las palabras, las omisiones y los silencios. Así, en un contexto de urgencias y soluciones rápidas, en la cruz del sur sobran los motivos para la consulta psicológica pero la mayoría, se toma su tiempo.

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